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jueves, 28 de julio de 2016

Wikileaks: García-Trevijano y la transición española.

Se sabe ya por los papeles Wikileaks sobre la transición española de los años 75 a 77 que el relato del inefable e incombustible García-Trevijano era cierto… desde su ascenso como líder republicano de la oposición con la Junta Democrática a las defecciones respecto a la ruptura de socialistas y comunistas, pasando por diversos atentados y conspiraciones contra su persona tanto por parte del viejo régimen como por el PSOE.
En esta emisión de radio perteneciente a Libertad Constituyente TV, Trevijano, seguramente la figura viva de la transición española con más información acerca de aquel momento, va explicando sobre la marcha algunas de las informaciones de Wikileaks.
Imperdible el programa: 






lunes, 25 de julio de 2016

"Anábasis de Alejandro Magno" (IX)



Se empleó Alejandro en el asedio de Halicarnaso, la ciudad de Herodoto, y allí es posible que experimentara alguno de los nuevos ingenios militares (según cuenta Diodoro Sículo transportados en barco por los macedonios) que harían fortuna en el futuro, entre ellos la petrobólous katapéltas, o sea, la catapulta, una catapulta pensada para atacar directamente a los soldados y no tanto los muros. Según Plutarco, Halicarnaso fue una de esas batallas, o mejor, asedios, que sumía a Alejandro en la duda de cómo encarar las conquistas futuras. Pero Arriano cuenta:

“(…) Lo primero que hizo Alejandro fue rellenar el foso excavado delante de la ciudad (…) con objeto de aproximar las torres desde donde pensaba bombardear con proyectiles a los apostados en los parapetos del muro, a más de otros ingenios destinados a derribar la defensa. (…) [Pasaron los días] Los muros quedaron parcialmente desasistidos; además, al haberse desplomado dos torres había quedado una cortina del muro accesible al ejército macedonio, aunque éste no supo aprovechar la ocasión de aplicar conjuntamente su ataque en este punto. La tercera torre también había sido sacudida seriamente, de suerte que se habría desplomado con facilidad si se la hubiera socavado un poco. Pero los habitantes de la ciudad se adelantaron y reconstruyeron el muro con ladrillos curvos antes de que éste se desplomara, empresa que realizaron con toda facilidad al disponer de abundante mano de obra.
Al día siguiente Alejandro acercó al muro las máquinas, lo que provocó una inmediata salida de los de la ciudad para quemarlas. Prendieron fuego a algunos manteletes, los que estaban más próximos al muro, así como a una torre de madera. (…) Al aparecer Alejandro en el escenario del combate, todos los que acudieron con antorchas a contribuir al incendio de las máquinas se deshicieron de sus armas y sus antorchas y echaron a correr hacia el interior del muro. (…) Unos [alicarnaseos] murieron al llegar al combate cuerpo a cuerpo con los macedonios mientras otros caían a ambos lados del derribado muro que les obstaculizó el paso al haber quedado sólo un estrecho pasadizo para una avalancha tan grande de hombres (…) Les ocurrió, cuando huían en retirada por un estrecho puente que estaba sobre el foso, que el puente se les vino abajo debido al peso de la muchedumbre, yendo a caer muchos al foso, de suerte que unos perecieron pisoteados por sus compañeros mientras otros eran alcanzados por los macedonios que disparaban desde arriba. Sin embargo, Alejandro dio orden a sus hombres de que se retiraran, pues quería que la ciudad no pereciera si sus habitantes daban alguna prueba de amistad.

(…) Nombró gobernadora de toda Caria a Ada, hija de Hecátomo y mujer de Hidreo, su hermano, que según la costumbre caria, convivía con ella [Ada era, además, la hermana menor de Mausolo, de quien deriva el nombre de 'mausoleo', cuyo referente era el inmenso construido para él en Halicarnaso]. Al morir Hidreo el gobierno pasó a ella, ya que desde Semíramis es costumbre en Asia que las mujeres puedan gobernar sobre hombres. (…) Ada adoptó a Alejandro como hijo”   [éste, con la plena aceptación de Alejandro, fue uno de los hechos más llamativos de toda la campaña alejandrina de aquellos momentos].

martes, 12 de julio de 2016

Mitos brigadistas



El líder del partido Podemos ha regalado a Obama un libro sobre la Brigada Lincoln (en realidad era un batallón, no una brigada) y le ha echado unas líneas de su puño y letra. En esta ‘dedicatoria’ hay una petición que chirría; cuando dice: “trasmita al pueblo americano la gratitud de los demócratas españoles…”
Los hechos y peripecias de las Brigadas Internacionales están hoy muy estudiados y se sabe de las angustias y miserias que pasaron y cómo fueron utilizados como carne de cañón cuando no directamente ajusticiados por los mandos a las órdenes del komintern controlado por Moscú. Pero ahora sólo voy a reproducir parte de un documento que viene al pelo en cuanto a la romántica dedicatoria de Iglesias a Obama. Se trata de dos cartas dirigidas por el escritor y miembro de la brigada Lincoln William Herrick al mítico corresponsal y posterior autor de la documentadísima y monumental La Guerra Civil española. Revolución y contrarrevolución, Burnett Bollotten:

“Cuando fui a España no tenía ninguna fe en la democracia burguesa; para mí la línea del partido sobre la democracia sólo era una táctica, una maniobra, que, como esperábamos todos nosotros, debía llevar al poder al Partido Comunista. Todos los voluntarios americanos que yo conocía, excepto quizás uno o dos, creían como yo que en el Frente Popular el lema de la democracia era meramente una estrategia que ayudaría al Partido Comunista a tomar el poder…”

Y atención a esta afirmación que sigue:

“Los veteranos de la Brigada Abraham Lincoln han estado mintiendo sobre esto durante casi cincuenta años.”

Son cartas de enero y febrero de 1986. En un escrito del propio Herrik, fechado en junio del mismo año leemos:

“(…) casi todos mis camaradas de las brigadas internacionales eran leninistas y estalinistas (…) Aparentemente debíamos más lealtad al Partido Comunista y a José Stalin que a nuestros ideales.”


Por tanto, cuando le escribe Iglesias al presidente yanqui “gratitud de los demócratas españoles” hay un exceso de interpretación: primero por falta de conocimientos históricos, luego por arrogancia en apropiación de voces.

viernes, 8 de julio de 2016

Poemas al box (IX)



Hubo algo al principio.
Hoy lo recuerdo
como un don escondido.

Pero se dio algo inmenso. Lo juro.
Guardo la sensación de un sol
apagado en mis manos.
Algo que era muy fuerte… más que la eternidad.
Estaba más allá de pasión y deseo.
Era como algo nuevo.
Y nunca, nadie, había estado allí.
Eso creía yo.
Porque yo entré en ese lugar
como un dios original en una tierra.
El dios que surca el día y sus espacios
y flota sobre el agua y
asciende hacia la luz.

Algo muy fuerte hubo.
Lo recuerdo. Milagro traicionado.

Y recuerdo muy bien:
no hubo presagios luego.
Simplemente, una noche,
un viento espeso
me trajo las hojas corrompidas
de un jardín que yo ni sospechaba.
Y el pecho se abrió al tiempo. Sí.
Y corrí… Y corrí…
Y cuanto más corría
más abismo se hacía ante mis ojos.


Ahora nieva… y espero.

jueves, 7 de julio de 2016

Gerona y la bandera española

Me pregunto cuántos habitantes de Gerona sabrán que fue en esta ciudad, su ciudad, esa ciudad tan llena de banderas esteladas pretendidamente independentistas, donde se exhibió en tierra por vez primera la bandera rojigualda española como reivindicación nacional. Fue frente al ataque del ejército francés (también se había ondeado en la batalla de Bailén de julio de 1808) durante la Guerra de la Independencia.

El trapo español se creó en un concurso convocado por el rey ilustrado Carlos III para acabar con la confusión de enseñas navales entre diferentes países. De la multitud de propuestas presentadas Carlos III escogió dos, una para los navíos mercantes y otra para la Real Armada. La de la Real Armada era en franjas y colores como la actual, sólo que con los símbolos de Castilla y León y la corona Imperial. Esta bandera se empezó a usar, como queda dicho, en Gerona y algún otro lugar durante la guerra de la Independencia de España contra Francia; estuvo presente en las Cortes liberales de Cádiz y en el juramento de su Constitución. Tras unos años de propuestas y cambios, Isabel II la declaró emblema nacional, y así se mantuvo con la revolución del -68, que derrocó a la reina. Entonces, desde el Ayuntamiento de Madrid se propuso la introducción de la bandera con faja morada (el morado era color municipal y color representativo de Castilla y, sin ningún fundamento, de sus célebres Comuneros), pero se rechazó la iniciativa básicamente por la falta de popularidad de esos colores. La rojigualda continuó luego como bandera de la monarquía de Amadeo I, de la I República, del reinado de Alfonso XII y Alfonso XIII con el régimen de Primo de Rivera. Sólo en 1931, el gobierno de la II República la sustituyó por la roja, amarilla y morada; no sin la indiferencia e incomprensión de una gran parte de la población, incluidos célebres militares republicanos como el jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Vicente Rojo. Rojo declaró:

"(…)Ese cambio de bandera que hizo la II República fue un grave error porque no respondía a ninguna necesidad nacional ni popular. La nueva bandera era desconocida por la mayoría de los españoles. Se reemplazó una bandera nacional por una bandera partidaria, y con ello se dividía a España."

Vicente Rojo decía más cosas, pero lo cierto es que la bandera española nació como una enseña ‘neutra’ -nacional más que monárquica- con carácter fundamentalmente práctico y cuajó en una época liberal, constitucionalista y democrática… incluso revolucionaria!! Los actuales nacionalistas mienten y la identifican con el franquismo porque les conviene (toda vez que son ellos los principales herederos del régimen franquista).
Volvamos al principio y veamos lo que hicieron los nacionalistas catalanes para tergiversar los sitios de Gerona en una de sus guías de la Guerra del Francés:
... sustituyeron este cuadro de Ramón Martí i Alsina y esta litografía decimonónica donde aparece la bandera española (dos documentos célebres):






… por este falseado y cutre dibujo en el que, naturalmente, no hay ni rastro: