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viernes, 28 de abril de 2017

Escohotado con Iglesias; pero Gustavo Bueno. (Gustavo Bueno IX.)



Pablo Iglesias, el de Podemos, ha invitado a Escohotado a su programa televisivo particular, La Tuerca, La Retuerca, El Perno Tiunfante o algo así. Bien, ha sido valiente, porque Escota le da un soberano repaso histórico-económico y le deja desnudo con balbucientes razones casi de colegial. Y eso que Iglesias, después de exhibirse sin apenas disimulo deja el tema político-económico candente y la obra magna de Escota para el final. Éste le hace en ese momento una pregunta esencial, directa, potente y única en la historia de las entrevistas televisadas de las últimas décadas (¿de siempre?): "¿De verdad crees que hay diferencia importante entre el nazismo y el comunismo?..." Es un Trágala de aúpa.
En su monumental  Los enemigos del comercio, establece Escota afectos, similitudes, admiraciones, normas, leyes y vínculos entre los nazis y los soviets con datos históricos irrebatibles. La dialéctica de los hechos. Y no hay ideología que resista esos datos. Sin embargo... Sin embargo, creo que ahí el sabio de cabellos blancos no ha tenido en cuenta la fundamental evidencia que establece el materialismo filosófico de Gustavo Bueno entre Imperio generador y depredador. Simplemente: un imperio es generador cuando por su estructura determina y propicia un desarrollo social, económico, cultural y político de las poblaciones colonizadas, permitiendo la transformación de esas sociedades dominadas en grupos políticos de pleno derecho; ello sin perjuicio de las explotaciones y guerras. El imperio depredador, en suma, impide todo eso. Algunos ejemplos de imperios generadores serían el de Alejandro Magno, Roma y España en América... Entonces, a lo que iba, la URSS, con su intento de hacer de todos los pueblos dominados una ciudadanía nueva, participaría parcialmente -el exterminio leninista/stalinista fue brutal- de esa voluntad generativa imperial. No así los nazis, los cuales estaban dispuestos a eliminar físicamente pueblos y culturas completas por prejuicios raciales, y a mantener relaciones de pura explotación económica con países enteros sin ninguna pretensión de encajarlos en su ortograma propio. ¿No te parece, Escota?...     

miércoles, 12 de abril de 2017

Vista herreriana



Desde el salón de mi nuevo piso veo, además de unos hermosos árboles de monte, la perpendicular fachada de un edificio en rehabilitación de inspiración herreriana. Armonía, ritmo, ortogonalidad... Orden. Difícil en una ciudad eminentemente modernista y fashion. Una ciudad, pues, tendente al capricho personal, lo decorativo, el kitsch y la inconsistencia. Pero no del todo, no del todo. Menos mal.