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martes, 30 de junio de 2015

Silvestrov. The Lord's Prayer. (Contra el verano-V.)

Aquí dejo la polifonía de The Lord’s Prayer (perteneciente al Diptych de 1995) de Valentin Silvestrov. Música modal hecha a base de controladas regulaciones y suspensiones vocales cuyas reverberaciones superpuestas se pierden en el infinito como intemporales destellos de ocaso hasta fundirse imperceptiblemente con el silencio.
Que el frágil e inquietante equilibrio de este gélido canto nos inspire para poder superar el ruido y la furia estival, y hacer de este tiempo algo más interesante, estático, extenso, frío y misterioso.
Me emociona este tipo -todavía- de delicada y discreta búsqueda de belleza.




viernes, 26 de junio de 2015

La bondad populista


No han tardado ni 24 horas. Las más célebres líderes populistas -en este caso, las nuevas alcaldesas de Madrid y Barcelona- han empezado a colocar a familiares y amigos en puestos de responsabilidad política. A su ladito; juntitos. Ni 24 horas. Sin disimulo. Con un par. Claro… hay que ayudar a los necesitados y han empezado por los más cercanos.

¿Qué os parece, votantes del populismo? ¿Pero, qué esperabais de esa gente?

martes, 23 de junio de 2015

Contra el verano (IV)


¿Cómo podremos soportar tanta irritación sin enfermar?…


Contra el verano. 
Contra el calzón, contra la pantorrillaza, contra la chancleta, contra los dedazos peludos, contra las uñas mejilloneras, contra las camisetas sin mangas, contra los sobacos, contra el bañador, contra el bikini, contra los estampados, contra el sudor… contra los petardos, contra las motos, contra los coches, contra los aparcamientos, contra el asfalto, contra las teles… contra las terrazas, contra los conciertos, contra las azafatas (vestidas), contra los campings, contra los apartamentos, contra el aluminio, contra las neveras portátiles, contra los cubos con cervezas, contra las piscinas riñoneras, contra las carteras en bandolera, contra las tumbonas, contra los baldosines encharcados, contra las apreturas, contra los espacios reducidos, contra las amplitudes falseadas, contra los gimnasios, contra las paellas, contra la sangría, contra el Mediterráneo, contra el tetrabrik, contra los insectos, contra los mosquitos, contra las cañas en los márgenes… contra las gorritas por capricho, contra las cremas olorosas, contra las gafazas de sol, contra los tatuajes, por Dios, contra los tatuajes, contra la playa, contra la arena, contra la basura, contra las colas, contra la calígine, contra el barullo, contra el marullo… contra los certámenes, contra los concursos, contra los premios, contra los cursillos, contra los sablazos, contra las estafas, contra la ‘temporada’… contra los lagoteros, contra el calor, contra el bochorno, contra la humedad, contra el populismo, contra la Cultura… ¡Sí, contra el verano!  

viernes, 19 de junio de 2015

Política de bajura (corregido)


Pero… ¿Era esto necesario?
El presidente de la República francesa haciendo el ridículo ‘bajo’ una titana masái (o lo que sea). Fíjense en la sonrisa de la dama.
Toda la ‘grandeur’ de la República enanizada de un plumazo.
¿Pero es que este trasto de hombre no se dio cuenta de que quien le aconsejó hacer eso era su peor enemigo?

A veces la ‘alta’ política (jojojo) nos ofrece imágenes con cierta justicia poética. Qué bonito hubiera sido que el momento acabara con el presidente sentado en el regazo de la señora chupándose el dedo.

jueves, 18 de junio de 2015

El léxico educativo nacionalista


Uno de los síntomas más abyectos de la intencionalidad nacionalista en la educación es la decantación de un lenguaje convertido en costra desafecta de todo lo que a los ideólogos identitarios les pueda sonar a español. El sentido de superioridad (¿!) va de la mano de un desprecio apenas disimulado con pringosa cursilería.  
Uno de los términos que más he oído últimamente es el de “románico” para referirse a alumnos de cualquier país de lengua románica… ¡incluidos los hispanoamericanos y seguramente los que llegan de otros lugares del Estado! O sea, los españoles y los hispanos -cuya lengua materna es el español, la lengua común del país donde han venido a vivir y a estudiar; lengua oficial junto al catalán en Cataluña- están en el mismo saco que los rumanos (porque franceses, italianos y portugueses no me consta que haya muchos en los institutos públicos de Barcelona), esto es: extranjeros. Todos extranjeros y en el mismo cercado. Y así es, los meten juntos en clases especiales: “aules d’acollida” las llaman (“aulas de acogida”). Qué tierno.
Hablaba de desprecio y cursilería, pero también hay que hablar de ignorancia; de la inmensa ignorancia que va sembrando la imposición del pensamiento único nacionalista en el ámbito educativo… y el erial que está creando. A la jerga de la Logse se suma la jerga nacionalista. El no va más de la ignorancia enfática.
Seguro que los responsables de introducir toda esta insidiosa estupidez no saben que ya en 1812 la Constitución de Cádiz consideraba ciudadanos españoles iguales tanto a los del hemisferio Norte como a los del hemisferio Sur, o sea a los residentes en España y a todos los residentes en los países de Hispanoamérica. Y tanto los blancos como los indígenas. Ciudadanos. Iguales. Sin fronteras ni etiquetas. La Constitución española de 1812. Y se me dirá: “pero, hombre, si los alumnos de los que hablas son iguales en derecho”. Pues no, parece que no lo son con respecto a sus colegas del resto (o casi) del Estado, donde no hay segregación. Además, ya sabemos que la socavación del Derecho empieza siempre por una utilización corrupta del léxico.

Nacionalismos y despotismos varios, ex aequo en España y América, han ido siempre contra ese sentido de la igualdad. Y después de más de dos siglos el resultado de la lucha no está claro. Si los de La Pepa levantaran la cabeza…