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lunes, 31 de agosto de 2015

Gustavo Bueno, otra vez. (Gustavo Bueno III.)

Aviso para los que aún no conocen bien la figura filosófica más importante de nuestro tiempo, Gustavo Bueno, porque se ha realizado un documental cinematográfico concebido por Héctor Muniente sobre él titulado muy acertadamente Gustavo Bueno, la vuelta a la caverna.
Este tráiler es un poco regulero, pero la película, desde luego, no trata de exponer la complejidad de todo su sistema filosófico, sino más bien de trazar un perfil de lo que es la evolución, los hechos, las anécdotas de su vida y, grosso modo, las pretensiones y alcance de su filosofía y cómo ésta puede incidir en la comprensión de la realidad. Si Gustavo Bueno fuera inglés, norteamericano, francés o alemán estaría en las cabeceras de todos los diarios del mundo y la aparición de un libro suyo sería un acontecimiento, de eso no hay duda alguna. En España, no deja de ser un acontecimiento, pero muchísimo más restringido. Esto también depende de la ignorancia (o mala fe) de sus colegas ingleses, norteamericanos, franceses, alemanes (algunos departamentos extranjeros hay, es cierto, que han seguido y admirado su obra) y también españoles. En la América hispana, a partir de un núcleo mexicano, se va extendiendo su escuela. 
El documental, que se estrenó el pasado mes de julio en Santo Domingo de la Calzada, su ciudad natal, está pendiente de distribución y acaso de ser accesible en internet.

Bajemos a la caverna para poder ascender y comprender otra vez. Vean lo que es un auténtico filósofo… y si se atreven luego y tienen tiempo, mucho tiempo, métanse en su exigente obra.


jueves, 27 de agosto de 2015

Más Cervantes


La efeméride libresca más importante del año en el mundo es la de los 400 años de la publicación de la segunda parte del Quijote.
Se sigue y seguirá hablando de esta obra desde mil puntos de vista y saberes diferentes; se intentará reducir, en cada época y lugar, a paradigmas, corrientes, maneras y modas, pero el Quijote seguirá siendo irreductible a todo ello… y especialmente al tiempo del buenismo general que nos invade desde hace ya años con su ignorancia de la historia y de las circunstancias materiales y sus tensiones. Una ideología que quiere encajar la universal figura en el dibujo de un simple bonachón sentimental de enorme corazón.
Ser bueno, como desde luego lo es Alonso Quijano, no es lo mismo que ser buenista; como ayudar a los desfavorecidos no quiere decir dejarse engañar por el mal y predicar ciegamente la amistad de todos y para con todos.
La inteligencia e imaginación de Cervantes crea un tipo fabuloso, pero con una conciencia firme, y, aunque parezca mentira y a veces sea difícil de ver, tan desmesurada como precisa. Léase, si no, este fragmento de la Aventura de los rebaños, donde encontramos un irónico y divertido trasunto del Sermón de la Montaña evangélico, pero con un remate en el que se dejan las cosas claras, o sea, que la lanza no excluye la pluma ni la pluma la lanza. Prestas por igual para razonar y para luchar:

“(…) -Mas, con todo esto, sube en tu jumento, Sancho el bueno, y vente tras mí, que Dios, que es proveedor de todas las cosas, no nos ha de faltar, y más andando tan en su servicio como andamos, pues no falta a los mosquitos del aire ni a los gusanillos de la tierra ni a los renacuajos del agua, y es tan piadoso, que hace salir su sol sobre los buenos y los malos y llueve sobre los injustos y justos.
-Más bueno era vuestra merced -dijo Sancho- para predicador que para caballero andante.
-De todo sabían y han de saber los caballeros andantes, Sancho -dijo don Quijote-, porque caballero andante hubo en los pasados siglos que así se paraba a hacer un sermón o plática en mitad de un campo real como si fuera graduado por la universidad de París; de donde se infiere que nunca la lanza embotó la pluma, ni la pluma la lanza. (…)”


El pobre y maltratado caballero no dejó ni de sermonear ni de luchar; luchar hasta sus últimas fuerzas, y si al final dejó de luchar fue sólo para morir.

martes, 18 de agosto de 2015

La ridícula nueva izquierda nazi

Una vez más, colmando el vaso abyecto de la ignorancia estúpida y totalitaria, la izquierda española (en este caso se trata de la valenciana, qué más da, cada uno en su maloliente reino de taifa) ha mostrado la patita.
Y es precisamente por una cosa tan nimia que ahora explico por lo que la peste se desparrama de una manera más definitiva.
El festival Rototom (o una gilipollez similar) de Benicassim (Castellón) ha prohibido, sí, señores, con todas las letras, p-r-o-h-i-b-i-d-o, la presencia del cantante judío Matisyahu. Ha sido la agrupación (o lo que sea esa cosa) llamada Compromís más engendros adláteres de supuesta izquierda populista y nacionalista, claro.
¿Las razones?... Bueno, se ve que sometieron al muchacho rapero judío a un tercer grado para ver si les daba la razón en todo y se declaraba descerebrado y uniformado en las filas por la paz mundial izquierdosa humanista. Eso, poco más o menos, quiere decir hoy en día: ‘estoy por la destrucción de Israel y la desaparición de la presencia judía en el mundo… si nos dejamos matar por los de la “sumisión”, o sea, el Islam, mejor’. Y se ve que el muchacho, que no es tonto del todo, dijo… va a ser que no.
Es curioso; un rapero-popero tan de la corriente, que hace cosas tan cursis y bobas como este vídeo que incluso podía haber filmado un memo de la ceja o de la nueva izquierda divagante (con menos gracia estética, claro):


Alucinante. Prohibido… Son antisemitas. Nazis. De izquierda.



lunes, 17 de agosto de 2015

Poemas al box (III)


Y un día,
sin saber muy bien cómo,
subiste a la palestra.
Llevabas todavía,
sin saber muy bien cómo,
un triste querubín en la mirada
que un demonio nocturno
te quería arrancar
como se roba un sueño
bajo el sol de la infancia.
Te sentías muy fuerte;
sin embargo,
sin saber muy bien cómo,
acabaste, sin sentido, en el suelo.
Y en tu jardín fue invierno.
De tu mirada huyó
el querubín alado,
la caricia y el verso,
y una sombra de zarzas
y de silencio frío,
sin saber muy bien cómo,
hizo crecer el miedo
y ese sabor extraño
a sangre y a ceniza
que ya nada ni nadie

limpiará de tu boca.

viernes, 14 de agosto de 2015

Borges, Cortez… ¡El Cabrero!


Porque este soneto de Borges al que puso música Alberto Cortez adquiere toda su nostálgica emoción con la bulería y la voz terrosa de El Cabrero. Hasta parece que la preciosa letra mejora con ese cantar apremiante y grávido. La lágrima a punto, Cabrero; no me canso nunca de escucharte. Qué cojonudo es el flamenco.