Translate

viernes, 27 de mayo de 2016

"Anábasis de Alejandro Magno" (VII)



Después de tomar Mileto, lanza Alejandro unos barcos para capturar a los que se habían refugiado en una pequeña isla sin nombre:


“(…) Mas, al ver Alejandro que los refugiados en la isla estaban decididos a presentar batalla, 
sintió compasión de estos hombres; hombres que ante él se habían mostrado valerosos y leales soldados, y les propuso un acuerdo con la condición de que se unieran a su ejército. Se trataba de un grupo de mercenarios griegos en número aproximado de trescientos. Con todo, liberó a cuantos milesios sobrevivieron al asalto final de la ciudad, y les concedió el derecho a ser libres.”

jueves, 19 de mayo de 2016

F. J. Haydn (IV). Brendel.

Haydn sugiere una lucha íntima en esta sonata como pocas veces lo hace en su extensísima producción. Un drama que alcanza un equilibrio sobrecogedor en la contención de lo patético. El segundo movimiento que aquí traemos expone con soberana elegancia el contraste entre dolor y gracia. La parte central de este adagio tripartito se va a la dominante (un angustioso si b) y despliega un diálogo de una eficacia tan transparente (¡qué belleza!) que las partes extremas del movimiento parecen casi brumas sonoras, pero son en realidad de una imaginación tan controlada y concentrada que no se puede creer. Beethoven se alimentó de esto y de aquí partió hacia sus esforzadas gravedades.
No he oído interpretación mejor que la de Brendel. La impregnación y comprensión del espíritu de esta música se muestra insuperable.



martes, 17 de mayo de 2016

Gómezdaviliana (XXXI)



Degeneración del Cristianismo – exégetas contemporáneos:

“El cristianismo degenera, al abolir sus viejos idiomas litúrgicos, en sectas extravagantes y toscas.

Roto el contacto con la antigüedad griega y latina, perdida su herencia medieval y patrística, cualquier bobalicón se convierte en su exégeta.”

viernes, 13 de mayo de 2016

"Tempestades de acero" (VI)



Ataques de gas de cloro. No fue el gas más letal utilizado en la I Guerra Mundial; en cuestión de meses, biólogos, químicos y físicos de las mejores universidades de los países beligerantes se entregaron a la investigación con agentes químicos para crear un arma definitiva. Los peores fueron el gas fosgeno y el gas mostaza. A pesar de ello, el cloro…

“En Monchy vimos en el puesto de socorro un grupo de hombres intoxicados por el gas; se apretaban los costados con las manos, gemían y se ahogaban, mientras de sus ojos fluía agua. Algunos de ellos murieron días después, tras sufrir dolores espantosos. Soportamos un ataque de gas de cloro puro, un gas de combate que actúa sobre los pulmones corroyéndolos y quemándolos. A partir de aquel día decidí no volver a salir sin llevar conmigo la máscara antigás. (…)


-¡Ataque de gas!!... Una cegadora corriente de gas iba rodando a la luz de las bengalas sobre las negras almenas de los muros. (…) A la mañana siguiente pudimos ver en la aldea, estupefactos, las secuelas dejadas por el gas. Muchísimas plantas estaban marchitas; caracoles y topos yacían muertos por doquier y a los caballos acantonados en Monchy el agua les fluía de la boca y de los ojos. Una hermosa pátina verde cubría los proyectiles y los cascos de metralla que por todas partes estaban diseminados. Incluso en Douchy había dejado sentir su efecto aquella nube. El personal civil, a quien aquello le produjo mucho miedo, reclamó máscaras de gas. El mando trasladó a aquella gente en camiones a poblaciones alejadas en la retaguardia.”

miércoles, 4 de mayo de 2016

Este viejo pintado



Viejo pescador (1902). 
Csontváry se acerca con este retrato al ideal antiguo de hombre (algo así como el guerrero homérico). 
Que transcurrido el tiempo el cuerpo visible sea un escudo, maltratado y herido por todas partes, pero todavía resistente -esa piel convertida en corteza de árbol centenario-, y el alma se conserve vivaz -con esos ojos atravesados por la luz-.

Un viejo infinitamente cansado. Pero que no se rinde. Todavía alerta. Un viejo hermoso.