Como --especialmente en las celebraciones forzadas de estas fechas-- nunca olvidamos a Agustín (García Calvo) y su lógica
socrática-ácrata (de la buena), y como cada Fin de Año hay algo molesto que
chirría en nuestro interior, vaya este fragmento de “Este año no hay año nuevo”
del libro recopilatorio Que no, que no,
para celebrar el año (¿qué año?, ¿qué nuevo?):
“(…) Esa es la realidad que nos venden:
todo futuro; y futuro previsto, o sea, igual que si fuera pasado. Lo que eran
miedos y deseos ha venido a ser eso: un Tiempo que se sabe. Vaya contra Él,
para la gente que no sabe, un deseo vivo: ¡Que no haya Año Nuevo! ¡Que no acabe
nunca el año! ¡Que las campanadas de celebración de la muerte a plazos se
estiren y desnumeren y duren infinito!”
Así, contra toda… “celebración de la
muerte a plazos”, brindemos con Agustín.