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martes, 21 de noviembre de 2017

Crimen nacionalista, ¿tolerancia del Estado?



Cómo es posible  que se persista en el error haciendo las cosas tan a medias? ¿Cómo el Estado, con todo su poder judicial, deja que sigan actuando unos delincuentes detenidos que han intentado el chapucero juego de derrocar la democracia española en Cataluña para sustituirla por un brutal autoritarismo tribal (improvisado)? 
¿Cómo no se permite la defensa de la democracia con todos sus mecanismos de forma completa? ¿Cómo imputados por delitos tan graves siguen haciendo campaña, ya desde la libertad conseguida con fianzas y falsas promesas declarativas, ya desde la cárcel o ya desde la huida y el refugio en la lenta burocracia legal Europea (belga, nada menos)? ¿Es que acaso el Estado los necesita? ¿Necesita a los mismos partidos golpistas nacionalistas que han atentado contra él? ¿Quiere volver al mismo estatus quo de corrupción política y su gemela disolución moral en Cataluña?... ¿Acaso por preferir lo malo conocido al temer su sustitución por algo aún peor? No, eso no puede ser.
El pacto de partidos que viene marcando el compás de la democracia española desde la muerte de Franco es una componenda de asociaciones ideológicas que parece no poder dejar al margen ninguna de sus piezas. Ni a las más podridas. El sistema es un tipo de democracia, sí. Y España es uno de los países donde se puede vivir con mayor libertad (del Mundo), sí. Pero su  pacto partidista está gangrenado. ¿Por qué?
1-Porque no deja actuar a la Justicia caiga quien caiga. Y eso sin perjuicio de reconocer que el poder judicial está inmerso en una circunstancia político-social concreta que debe considerar siempre.
2-Porque los ciudadanos no eligen a sus representantes. No a quien quieren realmente. Votan a partidos (sean esos ciudadanos conscientes o no).
3-Porque no les interesa cambiar la ley de voto. Un hombre, un voto, ¿recuerdan? (Sólo Ciudadanos se ha manifestado tímidamente al respecto.)
4-Porque se niegan a eliminar sus privilegios: Aforamientos, sueldos, prebendas cotidianas, ventajas y beneficios.

… y más cosas que trataremos un poco a fondo otro día porque ahora me voy a hacer la comida. ¡Es que me aburren!
De momento, cárcel para los golpistas y fuera del juego político. To-dos.
PD ¿Se imaginan al coronel Tejero haciendo campaña política después del golpe del 23-F?

5 comentarios:

  1. Difícil de imaginar, sí. La intención de Tejero no era hacer campaña de nada, ni convencer ni persuadir... era imponer por la fuerza (bruta). Los partidos defensores de la independencia (antes en el Parlament, ahora en listas) proponen un modelo de país; proponen, no imponen. Un proyecto defendido por una mayoría de población catalana. Claro está que a lo mejor no hay tal mayoría, y también es posible que la mayoría no tenga razón.

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  2. ¿Que no imponen?... Su célebre unilateralidad. Bien que lo intentaron saltándose todas las legalidades y normas... y, efectivamente, sin el apoyo de ninguna mayoría de la población.

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  3. ¿Y si se tratara de una revolución y por eso se saltan las leyes? Una revolución del siglo XXI: social, transversal y pacífica. Única en el mundo, como dicen algunos? Yo veo gente muy sensata metida en esto; antiguos votantes del PSC y ICV. Gente muy poco "nacionalista". En cambio a los nacionalistas de antes, que siempre se quejaban y hacían el ridículo, creo que ahora les ha entrado pereza.
    No sé... Gracias por contestar y disculpa por entrar sin llamar y de forma anónima en éste tu espacio. Por cierto, muy bonita tu entrada sobre Bach/Richter. Un abrazo.

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  4. Vamos a ser ligeros: Curiosa revolución sería la de una oligarquía cleptómana apoyada por una izquierda divagante (esa que nombras, compuesta básicamente por niños pijos que no han dado un palo en su vida y que creen que el enemigo es el Estado español, ese monstruo que les ha permitido unos niveles de comodidad y libertad desconocidos en toda su historia) la cual entre otras cosas ha conseguido lo impensable: que las clases más castigadas del corazón de esa supuesta revolución se pongan de acuerdo, por primera vez en la vida, con sus 'enemigos' naturales: esto es, los gitanos del barrio de Vilarroja de Girona, cap i casal del independentismo, con la Guardia Civil y la policía nacional. ¡Milagro! Eso sí que es solidaridad de clase.
    En fin, gracias a ti por tu amabilidad y educación.. y por entrar sin llamar.

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