Toda la molicie mental del periodismo masculino progre mantenido por diarios reconocidos y
autotitulados así, ‘progres-istas’, se derrama ahora a propósito de la huelga
feminista del día 8 de marzo.
Se leen tantas
cosas grotescas. Pseudo consignas forzadas, ridículas, de esas que intentan
subirse a la temperatura del lugar común que toca y a la cursilería mezclada
con la vehemencia chocarrera que ha ido creando el lobby feminoide. Tonto el
último.
Pero uno de los
escritos que más me ha llamado la atención es el de un columnista abonado a uno
de los grandes diarios (décadas funcionariales aburriendo a sus lectoras y a sí
mismo) que habla del horror de las principales religiones para con la mujer. Y ahí
las mete todas; a las religiones y a las mujeres. ¡Al bulto, chaval, al bulto,
revienta lo que puedas y contenta al vulgo!
Sí, las religiones. Comentarios
sobre la mujer en el Islam ni están ni se les espera, como diría aquel. Y es
que la comodidad es tan grande que ahí siguen satisfechos comiendo palomitas en
su sofá de 5.000 caracteres viendo pasar la vida satisfechos con sus fórmulas
ideológicas de grano grueso adaptables a cualquier queja de la minoría
agraviada de turno.
Pues eso, sobre
todo, valentón, no digas nada del mundo islámico y el esfuerzo suicida que
hacen algunas de sus mujeres para ser escuchadas por súperfeministas sordos
como tú y poder acceder a nuestras libertades e igualdades jurídicas creadas por siglos de tradición cristiana.
Qué traición al viejo y digno feminismo igualitario.
Qué traición al viejo y digno feminismo igualitario.
Pero acusa, hombre, ¡di el nombre y apellidos del culpable!
ResponderEliminarEs real, eh. Sí. Pero ya ves, no quiero escribir su nombre. No soy ansí.
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