Sí, la pregunta del título parafrasea la famosa obra de Lenin La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo, en la cual básicamente se critica la rígida incapacidad del izquierdismo para adaptarse a las circunstancias y prosperar políticamente.
Hoy... ¿se ha convertido esa incapacidad en debacle mental y oligofrenia?
Hoy... ¿se ha convertido esa incapacidad en debacle mental y oligofrenia?
Lo digo porque... ¿es que no descansan de decir y hacer bobadas?:
Cuatro recientes notas de prensa que he leído por casualidad en sólo dos días:
Cuatro recientes notas de prensa que he leído por casualidad en sólo dos días:
1ª-“Alternativa Galega de Esquerda y el Bloque
Nacionalista Galego [esquerdoso también, según dice] se niegan a recordar el
Holocausto nazi desde el Parlamento de Galicia”.
(Hombre, claro, ya está bien de aguar la sagrada fiesta
“nacionalista-progresista” [sic] recordando el exterminio sistemático de judíos
por parte del nacionalismo-socialista alemán. ¡Y con lo malos que se han vuelto
hoy los judíos, caramba! ¿Sólo hoy…?)
2ª-El portavoz de Izquierda Plural dice que:… “Rodear y
gritar a alguien [en masa, además, y en la mismísima puerta de su casa] no es
violencia”.
(Aquí se presume aquello de que el pueblo unido jamás será
vencido… sobre todo si las masas populares indignadas -de izquierdas y
plurales, claro- cargadas de razón pillan una familia indefensa de esas malas
-como los judíos, vamos- en el portal de su vivienda.)
3ª-En un homenaje al mandamás venezolano Chávez desde una
sede de CC.OO se dijo que:… “En España no saldrán tantos a la calle cuando
mueran los presidentes de nuestra democracia.”
(Todavía no se han enterado éstos de que las democracias han ido
acabando con las viejas adoraciones, santificaciones y coros de plañideras a líderes
políticos. Señores, a ver… que después de la muerte de Franco ya no ha habido
en este país, afortunadamente, manifestaciones masivas en las que se llora a los supuestos guías
de pueblos e ideólogos redentores de la humanidad -entiéndase dictadores-. [Por
cierto, que con los santos de verdad siempre se fue muchísimo más discretos.])
4ª-Un dirigente de Juventudes Socialistas -parece que
secretario de una cosa que se llama, válganos el cielo, Programas e Ideas- pone
en entredicho la labor de Cáritas en su ayuda directa a los pobres.
(Se supone que hay libertad si se quiere aportar dinero del
propio bolsillo para el necesitado o arrimar el hombro y echar una mano; pero
ahora la izquierda juventona quisiera estigmatizar eso para quedarse el dinero
y hacer reparticiones en arreglo a 'su' justicia -¿preferentemente entre los
pobres sumisos a su ideología?-. Y es que… mirar a un pobre real a la cara y ya
no digamos tocarlo da como asquico, ¿verdad, lumbrera programática?)
...
No sé. Parece ser que la estulticia política tiene muchos
matices, pero todos estos pequeños casos van formando una sola figura
poliédrica que muestra la sensibilidad (o sea, la inteligencia) de ese resto de
constructo aún llamado “izquierda”.
En esta izquierda actual de la permanente responsabilidad ajena de
los males y el fracaso propios hay una curiosa sintonía en la grosería del
pensamiento, en la soez explicitud de la chabacanería moral, en la superficial
satisfacción que da creerse representante de mayorías ofendidas y mandataria de
una delirante idea de Humanidad.
¿Es que además de ir perdiendo el significado político 'esta' izquierda va a perder también lo que le quedaba de activo ético a la izquierda?
Tal vez sea verdad que toda esta izquierda divagante sea la
pobre suma de las sucesivas caídas de la antigua izquierda definida.
Pues tienes toda la razón, ya no hay izquierda ni nada, sólo estupidez e intolerancia.
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