El novillero Pablo Aguado atendido por
las cuadrillas después de una cogida el 26 de marzo de 2017 en Las Ventas.
Esta fabulosa foto de Andrew Moore, de la
cual ha corrido tanta tinta esteticista -la repentina composición triangular; su carácter sacro; retablo agónico, etc- muestra ante todo que el
protagonista de la fiesta taurina es el hombre. El drama del hombre que
indefectiblemente acaba cayendo. Y la comunidad ante el dolor. La vida es una celebración que acaba mal. Socorrer al caído es labor que ennoblece a
los que aún siguen en pie.
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