Hoy domingo me estaba convenciendo de que no ir a ver a mis
padres la noche de fin de año, que pasarán solos, no suponía nada para ellos
porque están ya muy mayores y olvidadizos, y prefieren obviar estas
celebraciones más fiesteras que familiares; que, además, ellos mismos han
afirmado reiteradamente que no les importa y que si patatín y patatán… Y de
repente, sí, de repente, se me han venido a los ojos unos versículos del Eclesiástico, primera
lectura bíblica de la fiesta de la Sagrada Familia que es hoy:
“(…) Hijo, cuida de tu padre en su vejez, y en su vida no le
causes tristeza.
Aunque haya perdido la cabeza, sé indulgente, no le
desprecies en la plenitud de tu vigor.
Pues el servicio hecho al padre no quedará en el olvido (…)”
Pasaré, paciente y feliz, la Nochevieja con mis padres.
¿No hay algún versículo a la inversa? Es que en mi caso es él el que se larga de picos pardos y me deja a mí solo. Anda que...
ResponderEliminarMuy acertado amigo Lucas. Disfruta de la compañía de tus padres y obséquiales con la tuya cada vez que puedas.Ellos no estarán siempre.
ResponderEliminarSaludos.