Una de las verdades
elementales del boxeo es que en la vida la lucha se presenta previa a todo.
La lucha es previa a la noción
de civilización, a la fundación del artificio, a la amistad y al amor.
Sin la lucha, que muestra la
capacidad vital y la voluntad de supervivencia de un hombre, no puede haber una
comprensión cabal de eso que llaman estar en el mundo y tener los pies bien
asentados en el suelo.
Afortunados los que han tenido
la experiencia, hayan sucumbido o hayan triunfado en el combate, porque si bien
tal vez no han podido evitar sentir el dolor más agudo y la soledad más
irrevocable (¿y quién puede?...) sí han desterrado de su vida la arbitrariedad y
el sinsentido.
En el principio fue el verbo, y dijo: "a que te suelto dos yoyas, Abel". Luego vino el fútbol a consolarnos, por poderes, de la pérdida irremediable de la lucha.
ResponderEliminarY ahí lo tienes, mandando en todo.
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