Jóvenes soldados inconscientes, raptados
sin quererlo por la destrucción y sus obras, hijos de Marte y Dionisos:
“(…) En medio del camino yacía muerto un
caballo; tenía unas heridas gigantescas y a su lado humeaban los intestinos.
Entre aquellas imágenes grandiosas y sangrientas reinaba una jovialidad
salvaje, inesperada.”
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