Un gran combate ayer en el MSG de Nueva York entre Golovkin y el norteamericano Daniel Jacobs por la corona general de los pesos medios.
Lo que demostró la pasada noche el
luchador de NY es que Golovkin no es la fuerza intratable que parecía. El negro
estuvo valiente, entregado, peleador, diverso en sus registros e improvisador
en sus ritmos, lo que, por otra parte, no es siempre suficiente para asegurarse la
victoria ante una fiera tan bien preparada como el kazajo.
Bien, Golovkin, muy a pesar suyo, ganó
por puntos -sólo por puntos- haciendo
gala de su técnica y de su excepcional preparación física, pero Jacobs podía
haber ganado si hubiera sido un poco más precavido y reservón en los primeros
episodios. Pero es un guerrero. Gracias. En fin, dos grandes boxeadores que dignifican el
noble arte.
Seguimos esperando el Golovkin contra Canelo Álvarez.
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