Lo grotesco de
que unas monjas macilentas con ínfulas de marimandonas y el síndrome Warhol
participen como líderes en la farsa totalitaria del llamado procés (independentista catalán) y
aprueben el expolio de lo público y la extensión de la mentira.
Escrito está de
antiguo que la Maldad, inteligente por ser hija del diablo, iba a anidar y a
crecer dentro de la Iglesia. Lo que no estaba tan claro es que la Estupidez,
hermana bastarda de la anterior, le pisara los talones.
La perversión de
la imagen altísima de la monja que, anónima y discreta, coge y acoge al purulento, al paria, al
invisible. Para eso están en el mundo. Para hacer lo que nadie quiere.
La perversión de
la imagen de Cataluña convertida en una charada triste y ramplona por obra y
gracia de sus gobernantes y adláteres… entre ellos las monjitas cachondas.
Están también las monjas seglares: Rahola, Colau, Llach, Guardiola. Tienen material para constituir una orden (no precisamente mendicante) propia.
ResponderEliminarSí; los turiferarios.
ResponderEliminar