Floyd
Mayweather, el mejor boxeador libra por libra de la historia del box, se ha
retirado después de una pelea cómoda y rutinaria contra Andre Berto.
Mayweather es el
deportista mejor pagado de la historia y sus excesos de avida dollars del boxeo --excesos y dificultades que incluyen
tópicos de libro como su origen marginal en un ambiente de drogadicción, su
estancia en la cárcel (unas vacaciones de dos mesecitos) por pegar a su mujer o
sus fiestas con fajos de billetes volando por doquier-- contrastan con una
concentración deportiva que no se permitió nunca ni castigos ni derroches
dolorosos. Era un boxeador listo, reservón, discreto, técnico y calculador.
Nunca pareció entregarse del todo. Ahí estaba quizás el secreto de su
regularidad y de su éxito. Hacer lo necesario para no sufrir; pegar lo justo para ganar. Todo
por dinero. Perfección profesional. Por ello lo admiraban, y por ello no
gustaba a muchos aficionados, pero quizás por ello también muchos de sus
contrincantes no guardarán un mal recuerdo de él: a pesar de ganar siempre nunca les hizo demasiado
daño. Adiós, maestro.
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