Gestos de pudor ante la propia muerte.
Ademanes que atraviesan el tiempo. César, un soldado anónimo…:
“ (…) Dentro de un embudo se retorcía un
hombre joven; en su rostro había ese color amarillento que precede a la muerte.
Nuestras miradas no parecieron agradarle; con un movimiento de indiferencia se
cubrió la cabeza con el capote y dejó de moverse.”
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