Contra el verano, contra las vacaciones, contra el calendario, contra el calor,
contra el turismo, contra la masificación, contra la diversión organizada, contra la
playa, contra el parque temático, contra el Mediterráneo, contra el ruido, contra la tele, contra la
prisa, contra las colonias infantiles, contra el autocar, contra el coche,
contra la carretera, contra el avión, contra la alpargata, contra la camiseta, contra el sobaco,
contra el moreno, contra la crema, contra el sudor, contra el pringue, contra
los maletones, contra las mochilazas, contra las gorras, contra las terrazas, contra el
apartamento, contra la paella, contra la sangría, contra las noticias, contra las visitas concertadas, contra
el consumo de Cultura, contra la Cultura… ¡Sí, contra El Verano!:
Pero por el espacio, por la lentitud, por los nublados, por
el silencio, por el decoro, por la soledad, por el olvido… Aunque a este paso,
no tendremos más remedio que irnos muy, muy, pero que muy lejos; a la infinita
desnudez del cosmos y con la melancolía de los adagios desolados (suena el
Adagio del ballet Gayané de Khachaturian):
¡Qué bien lo has plasmado! Vacaciones infernales, como decía Alaska, sí señor, ¡contra el verano!
ResponderEliminarVenga, no me digáis que no os cruzaríais la península en agosto en un 124.. ¡si lo estáis deseando!
ResponderEliminarBah... mejor en un 850 (dos puertas).
EliminarPero vaya rollo es 2001, no me digáis...
ResponderEliminarUy, lo que has dicho... (Hay otras de Kubrik bastante más rollo, ¿nol?)
ResponderEliminarDentro de diez años dedicaré el mes de vacaciones veraniegas, de manera íntegra, a Borja; visitaré cada mañana el Ecce Homo durante dos horas.
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