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viernes, 25 de octubre de 2013

Educación, mentiras y huelgas en vídeo.



Que con la nueva Ley de Educación haya más gasto en becas y más gasto por alumno (España es uno de los países de Europa que más gasta por alumno con menores resultados) no ha impedido que se incrementen las tasas y que se penalice a los estudiantes que suspendan repetidas veces en la Universidad.
Aquí está por ver quién puede ser excluido de los estudios superiores por estas medidas. Por ello, es posible que haya que hacer enmiendas fundamentales en ese ámbito.

Pero hay algo profundamente descorazonador en toda esta propaganda política grosera y torticera contra una ley que, por otra parte, es de lo más pacata en las correcciones de los errores de las nefastas leyes anteriores que afectan, por ejemplo y de forma demoledora, a la enseñanza secundaria.
Los que se manifestaban ayer contra los recortes, bien, es justo y necesario; pero los que se manifestaban contra las reformas que quiere introducir la Ley en la enseñanza media, una de dos, o tienen interés en seguir hundiéndose en la miseria (sobre todo, en hundir a los alumnos) o son unos perfectos ignorantes tanto de la Ley como de la situación de la enseñanza actual.
En una enseñanza seria, la integración e igualdad deben ser de partida y no de recorrido como piden muchos, porque la supuesta igualdad de recorrido no es más que una pantomima de educación, esa que se sufre en tantos lugares de este país desde hace décadas. A veces, la falsa igualdad no provoca más que la peor de las desigualdades: institutos llenos de semianalfabetos y adolescentes desmotivados (perfectos gamberros, en no pocos casos, que no quieren estar ahí y a los que mantienen en su sillas haciéndoles pasar de curso hagan lo que hagan) que impiden el desarrollo normal de las clases y el aprendizaje de los alumnos normales. Esta es la peor de las injusticias porque se está robando el derecho a ser educados e instruidos a los que realmente quieren y necesitan serlo.
Los que ayer pedían “no tocar la educación”, sin quererlo también estaban diciendo: ‘dejemos que se hunda de una vez por todas el nivel educativo de la educación pública española’.

Veamos sólo algunos tímidos puntos que quiere introducir la nueva Ley en la secundaria:
-Evaluaciones externas (objetivas) al final de la ESO. (Son necesarias para que no continúen las presiones sobre los profesores por parte de las direcciones y las manipulaciones en las notas a gusto de cada centro.)
-Oficializar y regular un 4º de ESO para el Bachillerato y otro destinado a la FP. (Una división que aclararía y mejoraría la situación general y el nivel académico en ese final de etapa y que, de hecho, muchos centros se ven obligados ya a aplicar.)
-En Catalunya habrá una prueba especial de catalán dependiente del Departament d’Ensenyament. (También permitirá saber con mucha más objetividad y precisión el nivel alcanzado por los estudiantes.) Pero en Catalunya, desgraciado caso aparte, los políticos nacionalistas no quieren informar de esto. Es algo que cae por su propio peso: sólo les interesa ocultar, engañar e intoxicar a la opinión pública para continuar con su demagógica autoadulación agraviada; han visto que la manipulación de las masas (perfectamente pecuarias) mediante mentiras (o chantajes dinerarios) les supone, de momento, un buen negocio. Por eso, no es de extrañar oír cosas como las que me decía ayer un profesor veterano de CC.OO: “En Catalunya, los sindicatos mayoritarios tienen la consigna de no hacer nada que pueda molestar las pretensiones identitarias de los nacionalistas.” Así mismo. Eso ya lo sabíamos muchos desde hace tiempo. Por eso sabemos, desde luego, que no saldrán a la calle para reclamar el dinero de la paga extra que, una vez más, va a robar la Generalitat a sus trabajadores (esto se aplica ya sólo en Catalunya), o que no protestarán ante la negativa, por parte de todos los grupos nacionalistas en el Parlament, a que el profesor sea una autoridad pública.
Huelgas, banderitas y reivindicaciones por la "igualdad"… ¡Sinvergüenzas! 

4 comentarios:

  1. El otro día hoy por ahí: "se han opuesto a todas y cada una de las reformas educativas de la democracia; si les hubiéramos hecho caso, tendríamos todavía la educación franquista". A ver si va a ser que...

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    1. El otro día "oí" por ahí, claro.

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    2. Bien recordado. (De todas formas, el nivel de la educación, no tanto franquista, sino de durante el franquismo, al menos en los últimos años, era bastante superior al nivel actual 'logsiano'. Sólo hay que ver los, en general, excelentes libros que se utilizaban entonces.)

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  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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