¿Cómo podremos soportar tanta irritación sin enfermar?…
Contra el verano.
Contra el calzón,
contra la pantorrillaza, contra la chancleta, contra los dedazos peludos,
contra las uñas mejilloneras, contra las camisetas sin mangas, contra los
sobacos, contra el bañador, contra el bikini, contra los estampados, contra el
sudor… contra los petardos, contra las motos, contra los coches, contra los
aparcamientos, contra el asfalto, contra las teles… contra las terrazas, contra
los conciertos, contra las azafatas (vestidas), contra los campings, contra los
apartamentos, contra el aluminio, contra las neveras portátiles, contra los cubos con cervezas, contra las
piscinas riñoneras, contra las carteras en bandolera, contra las tumbonas, contra los baldosines encharcados,
contra las apreturas, contra los espacios reducidos, contra las amplitudes
falseadas, contra los gimnasios, contra las paellas, contra la sangría, contra
el Mediterráneo, contra el tetrabrik, contra los insectos, contra los mosquitos, contra las cañas en los márgenes…
contra las gorritas por capricho, contra las cremas olorosas, contra las
gafazas de sol, contra los tatuajes, por Dios, contra los tatuajes, contra la
playa, contra la arena, contra la basura, contra las colas, contra la calígine,
contra el barullo, contra el marullo… contra los certámenes, contra los
concursos, contra los premios, contra los cursillos, contra los sablazos,
contra las estafas, contra la ‘temporada’… contra los lagoteros, contra el
calor, contra el bochorno, contra la humedad, contra el populismo, contra la
Cultura… ¡Sí, contra el verano!