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jueves, 17 de enero de 2013

"Choque de civilizaciones"



La tan traída y llevada “alianza de civilizaciones” fue una raquítica entelequia sin contenido puesta de moda durante aquel gobierno de adolescentes hijos de la Logse. 
La realidad de la historia siempre ha sido (y sigue siendo, quizás ahora más que nunca), más bien, el “Choque de Civilizaciones”, una idea antigua, pero recientemente precisada y puesta en el candelero por el célebre trabajo del profesor Samuel Huntington (y anterior, naturalmente, a su antónimo "alianza de civilizaciones").

En este vídeo tenemos cifrada en una fantasía visual lo que pasa cuando un pueblo conquistador no tiene nada que aportar a una tierra conquistada. (Se trata de unos vikingos que llegan a la costa norteamericana [como realmente ocurrió]. Es una escena de la hermosa y violentísima película Valhalla rising del director danés N. Winding Refn.)

El conquistador enmudece y el conquistado se crece.

Es un choque de ‘civilizaciones’ (abusando aquí, sin duda, de este concepto) de primera hora. Desencuentro inicial y precipitación fatal.

El problema no es tanto la reacción del conquistado, sino la capacidad civilizadora (y militar; van unidas) del que conquista.

Desde luego, los vikingos, no tuvieron ninguna.

*(Comprenderán que el primer párrafo de este texto era evitable, pero... ¡es que tenía que ponerlo!)





2 comentarios:

  1. Es interesante que los conquistadores que triunfan son los que tienen algo que aportar, los romanos, por ejemplo, tal como se pone de manifiesto en La vida de Brian.
    La escena es preciosa, a la par que violenta, pero... ¡has puesto el final!
    No tienes perdón.

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  2. Paquito P. Cabeza de Vaca18 de enero de 2013, 1:53

    Sí, cocinerilla, los romanos. Yo suelo imaginarme a un capitoste godo de los que asentaron en la Panonia allá por el siglo IV, un día gélido de aquellos inviernos danubianos, cruzando el limes romano para visitar al pretor de la zona en su residencia, descubriendo el calor que desprende el suelo de losa gracias a la calefacción centralizada mediante agua caliente. ¡Sí, sí, firmemos un tratado de foedus, déjame asentarme dentro del Imperio y yo defenderé este tramo de frontera!

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