Translate

lunes, 21 de enero de 2013

Ripios


Si es tantas veces dudoso aquello de que una imagen vale más que mil palabras, no lo es tanto, curiosamente, referido al concepto literario de ‘ripio’ cuando echamos mano al mundo de la construcción y nos acercamos a observar con algo de detenimiento un muro de mampostería. De mampostería ordinaria, preferentemente.

Aquí tenemos un muro de mampostería ordinaria, la clásica, la que más se encuentra a lo largo y ancho de nuestro país.
Y… ¿qué es el ripio en esta foto? Pues el ripio son los trocitos o escombros de obra que se emplean para tapar los huecos que quedan entre las piedras. El término procede del verbo latino repleo, etc. (pleo, ‘llenar’), o sea, ‘rellenar’.
De ahí viene su desprestigio literario. Es un relleno.

Sin embargo, el relleno, en el muro real de piedra, es absolutamente necesario, incluso bonito.
Es lo que tiene la materia, que cuando es necesaria siempre acaba gustando.
Y siempre sabemos cuando es necesaria.

Imaginemos un taller de mampostería ordinaria… Qué cosa más seria, más severa, más sólida y más simple a la vez; algo de lo que uno, en principio, se puede fiar. En cambio, ¿quién se fiaría de un “taller de palabras”?...


1 comentario:

  1. Un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo29 de enero de 2013, 8:16

    No sé qué poner, pero algo tengo que decir, aunque sólo sea para rellenar...

    Este post no puede estar sin comentarios, tiene que estar lleno, aunque sea de escombros porque una no tiene imaginación ni inventiva, pero tengo que demostrar que me ha gustado la ripiostería.

    Pues nada, ahí queda eso. Un comentario vacío, para rellenar.

    ResponderEliminar