A lo largo de la
historia, los giros políticos de sesgo totalitario se han dado con mayorías más
o menos claras o con apoyos numéricamente visibles. Sólo en Cataluña, oasis de ‘democracia’
circense y política trilera perteneciente a un país donde las leyes del Estado
se retraen cual dama pusilánime ante olitas de playa, se proponen
totalitarismos con minorías palpables.
El prusés este (nada que ver con el processus latino, por Dios), tirado de
los pelos por un par de monjitas enloquecidas y unos calzonazos ¿políticos? de pesebre
ruraloide que van detrás de esas
mestresses emborrachados de idiotez
identitaria (‘maricón el último’), reclama, después del fiasco consultivo, una
declaración unilateral de independencia. Eso tiene un nombre claro y distinto:
golpe de estado. Golpe de estado con dos cojoncillos tamaño huevo de codorniz
(contra la acomplejada democracia española, of course). Es un golpe ridículo y de vuelo
gallináceo, como diría Josep Pla, pero no deja de ser una intentona. ¿Cuándo
empezará a actuar la justicia para que los ciudadanos puedan decir que todos
somos iguales ante la ley? Es que ha sonado el timbre y los matoncillos de la
clase siguen jugando en el patio, oiga profe. Ché, hacen bien, ¡mientras puedan…!
Me he topado con esto. Sobre el terreno: http://sergisantiago.wordpress.com/2014/11/13/seis-irregularidades-del-9n-que-vivi-como-voluntario/
ResponderEliminarYa. Por lo que he podido leer en diversos lugares, parece que el rigor iba por ahí, sí.
ResponderEliminarAh, y esto:
ResponderEliminarhttp://hyperbole.es/2014/11/solo-y-a-distancia-cayo-bonavena/
Sí, otro toro de las pampas. A punto estuvo de ganarle a Alí. La tremenda pelea está entera en youtube.
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