“Sólo yo he
podido escapar para contártelo.”
Ésta es la frase
reiterativa de los mensajeros de las desgracias en el prólogo del Libro de Job.
Es la frase que preside el breve y abrupto epílogo de la novela de Melville.
El que cuenta
las desgracias aquí es Ismael. Personaje que abre y cierra la tragedia, y en
medio se difumina como un fantasma.
Ismael tiene la
suerte de toparse bajo las aguas con el ataúd de Quequeeg, que emerge cual
paradoja de entre toda la destrucción:
“(…) y
ascendiendo con gran fuerza por su extraordinaria capacidad de flotación,
emergió del Océano el ataúd-salvavidas, justamente a mi lado. Flotando sobre
aquel ataúd estuve un día entero con su noche, sobre un suave y lúgubre golfo.”
¿Cómo se salvó
el hijo pródigo al que le es dado retrasar su última hora?:
“(…) Al segundo
día, un barco apareció, se fue acercando más, hasta que me recogió. Era el Rachel, que continuaba vagando, siempre
a la búsqueda de los hijos perdidos, y encontraba ahora tan sólo a un
huérfano.”
El epílogo es un
mero trámite de rescate que nos recuerda el memorial que es la novela. Pero…
¿qué idea nos transmite el joven narrador flotando en un ataúd? No hay propiamente
una doctrina del dolor, simplemente se nos anuncia que los vivos ya estamos
casi muertos. La agónica lucha, el heroico e inútil gesto último, la acción
denodada y la interpretación alegre y algo idiota de la verdad es lo que nos
mantiene vivos, vigilantes y despiertos. Es una condena en marcha, pero todo lo
demás es orfandad, frialdad, decaimiento, espera... Melville y su revocación del Cristianismo. El autor
escribió tras acabar la novela:
“He escrito un
libro impío, pero me siento inmaculado como un cordero.”
Inmaculado,
acaso porque escribió desde el desbordado sentimiento de una inocencia insumisa
que rehúsa a Dios. Impío porque erige una guía de todas las caídas para perder
la fe.
Para Melville
sólo hay huérfanos. Sin redención.
Bueno, "técnicamente" aún es verano. Has cumplido. ¡Bravo!
ResponderEliminarGracias… Largo camino. Algunas novelas te acompañan siempre. Muy pocas, verdad?
ResponderEliminarEl tiempo esperó. Ahora vendrá el frío real; noviembre con sus miserias y oscuridades. Habrá que ser un poco Ahab, un poco Ismael, un poco Stubb, un poco Starbuck, ¡un poco Fedallah! para aguantar el tipo.
¡Habrá que ser un poco Nick Corey, ese mourinhista avant la lettre!
ResponderEliminarPor cierto, trabajáis el lunes día 10? Nos escaqueamos del sábado por la tarde hasta el lunes por ahí fuera? Me lo estoy pensando..
Nick Corey, no me acordaba en absoluto de él. Qué gran novelón también 1280 almas. Con qué natural insidia se impone la maldad. Aquí y ahora tenemos nuestro particular Pop 7.000.000.
ResponderEliminarJhmmm… Yo me escaquearía de 'esto' para siempre.
ResponderEliminarJeje: https://www.infojobs.net/seleccionar/carnicera-elaboradora-embutidos/of-i99fb20a2c0431db971c34146b75749
ResponderEliminarHow…! Mmmm... Pues tentador, eh?
ResponderEliminarMe volvería muy lento y con una pachorra...
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