Hoy ha sido el
día de “la Mujer”, dicen. Fabuloso. ¿Cómo pueden las mujeres inteligentes (¿lo eran
todas, no?) aceptar un día dedicado a ellas así como hay días dedicados al
clima, a la ballena azul, a la bicicleta, al hongo de sobremesa, al juguete
sostenible, a la paz, al mono plateado, a la pulga de circo, a la risa, al gel
degradable, a la libertad de las flores o al fertilizante natural? Huele a
típico invento de los hombres para seguir manteniendo la ilusión de que saben
qué es eso de la Mujer (¡o lo que debería ser!) y de paso creer que la adulan (para controlarla)…
Y, ohh, las mujeres que los siguen; ya les vale, perfectos hombres las pobres.
De la mujer, de
la “Mujer” (con mayúscula), dicen… Ah, pero, ¿qué mujer?... ¿Es plausible
igualar a la mujer joven trabajadora y ¿‘liberada’? de las sociedades ricas
occidentales con la abnegada y tradicional madre de familia de esas mismas
sociedades, o con la mujer objeto del islam, o con la sumisa tribal africana, o
con la ceremonial del sureste asiático, o con la campesina andina, o con la
esquimal, o con la soldado israelí?… Ni siquiera podríamos poner de acuerdo a la
rica occidental protestante con la rica profesional católica. Ni a la feminista
con la antifeminista, ni a la joven con la mayor, ni a la fea con la guapa, ni
a la maternal con la insumisa, ni a la madre con la hija, ni a la geisha con la
escort, ni a la monja con la prolífica… ¿De quién será el día pues? ¿De todas? Mmmm…
Como esto es un lío, vamos a rendir un humilde homenaje propio de hombres
sensibles y sencillos, pero sobre todo propio de sinceros admiradores de eso
que algunos llamamos "mujeres", en plural y con minúscula:
Sin comentarios.
ResponderEliminarJaja, desde Ipanema esperando una excusa. XDDD
ResponderEliminarSí… Estoy por publicar la parte trasera de las señoritas… Que la foto existe, eh? Jo, jo...
ResponderEliminar¡Oi, oi, oi!
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