Preguntado a bote pronto Gustavo
Bueno en un diario sobre la decadencia del pensamiento crítico general,
responde:
“Desde luego, he notado este
proceso de degradación sobre todo en el terreno de la llamada cultura popular (p.e,
en el proceso de identificación de la música tradicional con la danza macarra)
y en el terreno de la filosofía académica por culpa de planes de estudio
inspirados por sociólogos, psicólogos y pedagogos.
Pero esta degradación no creo
que deba confundirse con el proceso de la, en tiempos llamada, «muerte de la
filosofía», ni menos aún con el llamado «proceso de la realización de la
filosofía» de inspiración marxista. Lo que se ha degradado, a mi juicio, es la
filosofía espontánea de los científicos, de los futbolistas, de los cocineros,
de los artistas. La filosofía mundana en auge sorprende porque en nuestros días
todo el mundo tiene ya su propia filosofía. El político: «La filosofía de
nuestro partido consiste en lograr la victoria ante la oposición o aliarnos con
ella para mantenernos en el poder». El futbolista: «La filosofía de nuestro
club se condensa en la estructura de sus alineaciones, en nuestro caso
(1,2,3,5)». El cocinero: «La filosofía de mi negocio es esta: lunes, miércoles
y viernes, carne; martes, jueves y sábados, pescado; domingo, huevos rotos.»
La “filosofía espontánea” del
político, del futbolista, del científico o del empresario transforma a este
político, futbolista, o cocinero en un majadero que considera superfluo dedicar
una parte del presupuesto a sostener cátedras por proyectos de filosofía
sistemática académica, pretendiendo sin embargo adornarse con el prestigio heredado
del nombre de Filosofía.”
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