¿Y el barco?... desaparecido
Ahab, no hay barco real que valga. Capitán y barco se desvanecen para el
recuerdo. Los hombres que quedan miran incrédulos cómo un final de tormenta,
niebla e indefinición de los elementos se están tragando el barco. Y, a pesar
de todo, hay una imagen muy bella:
“(…) No
sobresalían del agua más que los masteleros, donde mantenían su vigilancia los
tres arponeros paganos, fuera por arrogancia, por lealtad o fatalidad pura.”
Las tres
posibilidades unidas son las que conforman una realidad más convincente. Pero
la que más emociona es la de la lealtad. Lealtad, a pesar de todo, a la locura
del capitán Ahab. Lealtad en la lucha absoluta contra la fuerza ciega antes de
la muerte segura. Esa lealtad trágica hace de esos hombres una presencia
irrebatible en la eternidad.
La fatalidad. Y esa foto de la Warner Bros...
ResponderEliminarHombre, tampoco hacía falta… perraca.
Eliminar¡Hala!
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