Vamos a celebrar la doble centena
haciendo un paréntesis en Moby Dick
para recordar una de esas luminosas, certeras y gozosas sentencias de
Chesterton sobre la Iglesia:
“Sólo la Iglesia católica puede salvar al
hombre ante la destructora y humillante esclavitud de ser hijo de su tiempo.”
¿Quién que no haya reflexionado un poco
no se ha sentido alguna vez un humillado hijo de su tiempo, un preso de sus
modas, un damnificado de su ideología y un forzado enemigo de su fealdad? Que
entre entonces en una iglesia, en una catedral…
Vamos pues a liberarnos con la eterna
belleza de la temprana polifonía occidental.
El maestro Perotin. Su organum Sederunt principes (ss. XII-XIII):
Con el Perotín, con el Perotán
ResponderEliminara la vera, vera, vera...
¡Felicidades!
Como tuiteé el otro día: G.K. Churchill.
(citas de ambos hasta en la sopa..)
Gracias.
ResponderEliminar¿Hasta en la sopa? ¿De los dos? (Chesturchill.)