La película Remando al viento, obra llena de sublimes premoniciones de muerte,
empieza nada menos que con el recitado de los primeros versos del poema Darkness, de Lord Byron (uno de los
personajes protagonistas del filme).
Colocar este bastión al comienzo es un
riesgo que afrontó con valentía el director Gonzalo Suárez, y más aún si suena
la Fantasía sobre un tema de Tomas Tallis,
de Waugham Williams, con diferencia la obra más bella del músico inglés.
Todo el largometraje es un meritorio y
por momentos original pastiche a base de cuidadas estampas pictóricas y diálogos
enfebrecidos de inspirado tono. Nunca se pierde el buen gusto y apenas decae hasta
el final. Pieza rara dentro del cine español.
Vamos a por ese hermoso principio de
negros presagios:
Será lo único bueno que ha hecho Gonzalo Suárez, porque vamos... (ji ji ji)
ResponderEliminarPara mí la música es de Master and Commander, obra maestra.
No has visto todo lo de Gonzalo Suárez (que tiene cosas muuu malas, es verdad).
ResponderEliminarDe acuerdo con lo de M&C.
Los pazos de Ulloa. ¡Bravo!
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