Cojonuda imagen esta del todo vale; con la empanada mental
de Evo Morales y "el trágala" del papa.
No es extraño de un individuo (¡presidente de
un país!!, ¡y no es el único!!) que está sumido en la superstición indigenista
más oscurantista, en la cual, de paso y ahora que manda mucho, quiere meter a
los ciudadanos de su patria para desposeerlos de las prácticas y derechos
‘modernos’ heredados de los ‘imperialistas españoles’ y devolverlos a la
identidad y justicia de los primitivos. Una justicia que está, efectivamente,
contemplada en constituciones como las de Bolivia y Ecuador, por ejemplo. Justicia -o justicias- indígenas que reúnen castigos, humillaciones y torturas ancestrales como los
latigazos con hortigas, inmersiones en agua helada, suspensiones del cuerpo por
las extremidades, etc… La típica bondad de los simpáticos y ecológicos inditos
precolombinos.
Para esta farsa neoindígena de ideología
izquierdista divagante (o sea, perdida) un poco de sentido del humor como el
de un amigo mío peruano, con magnífico aspecto indio-criollo gracias a la
mezcla que permitió la presencia católica española (no así, dicho sea de paso,
la indígena del exterminio y sacrificios rituales entre tribus o la
anglo-protestante de la reserva y la extinción):
“Un día se me acercó en pleno centro de
Lima un tipo más blanco que yo, pero vestido de indio hasta los pelos y me preguntó:
Perdone, ¿me queda mucho para Atahualpa?
(refiriéndose a la conocida plaza limeña)… Y yo, con toda mi piel y rasgos
indios, le contesté: A usted como mucho
le quedarán un par de plumas.”
Me hiciste mucha gracia, Pepito Cornejo, indiote listo sin plumas.
(Otro día hablamos, de nuevo, del Papa.)
Sincretismo. Al fin y al cabo compiten por el mismo nicho de mercado.
ResponderEliminarPero sincretismo, no sé… felliniano.
ResponderEliminarQué bibelot, la Virgen!!
Cambiando de tema. ¿Te suena la colección Ramón Fina i Nouviles, de Castelló d'Empúries? Es por unos capiteles (supongo que románicos) que alguien anda buscando.
ResponderEliminarNo sé… Pero por esa zona del Ampurdán hubo unos expolios religiosos de familias adineradas del copón.
ResponderEliminarIgual han acabado en el museo Marés.