Los fósiles de
las ballenas son un templo sagrado para Melville. Lugares donde se debería
rezar en silencio. Pero su imaginación ve automáticamente el lado oscuro de la
piedad, la simbología atrayente y maldita que se ha quedado al margen del mundo
civilizado. Hablando de una de las más importantes reliquias de cetáceo
encontradas en su tiempo en una plantación de Alabama dice:
“(…) Los
ingenuos esclavos de los alrededores, sobrecogidos de pánico, lo tomaron por
los huesos de uno de los ángeles caídos.”
Una descomunal, sobrecogedora
y bella imagen. El esqueleto de un inmenso demonio; un ángel castigado por el
cielo. El aterrador ángel blanco que persigue el capitán Ahab.
Joder, qué bien.
ResponderEliminarQué espléndida serie. Se deberá recoger de alguna manera cuando llegue al final.
Ja, ja… Bueno, gracias por la amabilidad.
ResponderEliminarSí, como casi todo al final se recogerá en una basura.
Estoy remugando disconforme por lo bajinis. Que lo sepas.
ResponderEliminarVale, broder...
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