Translate

domingo, 30 de diciembre de 2012

"Suscepti muneris", hoy.



En la entrada sobre "Iglesia y toros" (ver) hablábamos del Breve papal "Suscepti muneris". En ese documento se pedía, entre otras cosas, que las corridas de toros no se celebraran -ojo- en días festivos.
Imagínense una buena corrida un lunes, un viernes o un sábado laborables, es igual. Imposible. Fiestas de guardar y toros van unidos. La sacralidad es la sacralidad, venga de donde venga, y si va junta, mejor.

Pues bien, ahora se descuelga el arzobispo de Barcelona diciendo que los comercios no deberían abrir los domingos para que las familias celebren unidas el día, etc, etc. Parece que todavía no se ha enterado de que la familia que va de compras unida permanece unida. Pocas cosas ciñen más el círculo familiar que la furia comercial que se desencadena en estas fechas navideñas. ¡Aaay!, a cuántas familias salvaría de esa murria dominical que aísla a los individuos con su bilis melancólica provocadora de irracionales resentimientos un comercio abierto.
Pues eso, que la sacralidad es la sacralidad, y si el domingo hay misa por la mañana y por la tarde compras, mejor que mejor.



2 comentarios:

  1. Siempre he pensado que si regentara un estanco en mi pueblo... abriría los domingos! Me haría de oro! (único estanco abierto..).

    ResponderEliminar
  2. Sí, señor... También el tabaco es casi un rito sacro, tanto más ahora que está condenado poco menos que a las catacumbas.
    Un país respetuoso con sus ciudadanos establecería estancos de guardia.

    ResponderEliminar